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BenchSmart: Análisis del sector de gas natural

Argentina: el país con mayor cobertura de gas natural en América Latina, con un 61%. Le sigue Colombia con el 53%.

Según un estudio lanzado por Quantum, en el sector residencial el gas natural satisface las necesidades energéticas de los usuarios (cocción, calefacción y agua caliente) en cerca de 166  millones de hogares en toda América Latina. Argentina es el país con mayor cobertura, a diferencia de sus países vecinos de la región, suministrando el servicio a 8,5 millones usuarios de los 13,7 millones usuarios potenciales a ser conectados

         Por Daniel Konig 

         dkonig@quantumamerica.com

           16 de marzo de 2021

 

 

Sobre la investigación 

El desarrollo del gas natural ha sido heterogéneo a lo largo de toda la región de América Latina. Así, en países como Argentina o Colombia, existe un alto nivel de cobertura y tasa de penetración (número de puntos de suministro/viviendas existentes), frente a otros países como Brasil o Uruguay, cuyo nivel de cobertura lograron alcanzar solo el 4% del total de sus viviendas. Esto se debe a una multitud de factores, desde la propia dispersión demográfica a la existencia de diferentes fuentes de aprovisionamiento de gas; como así también debido a los precios y descuentos ofrecidos a los usuarios sobre el este combustible, y en consecuencia por los precios de los combustibles sustitutos.

Quizás una de las creencias más difundidas sobre la distribución de gas por red es que la cobertura en zonas por donde pasa la red es cercana a 100%. Sin embargo, no esto no es así.

La consultora Quantum[i] desarrolló un análisis sobre el nivel de cobertura del gas natural en América Latina, mediante su herramienta web (de elaboración propia) denominada BenchSmart[ii], extrayendo información necesaria sobre la cantidad de usuarios residenciales, el número de viviendas, el índice de hacinamiento y la población de cada país, que permitió el cálculo del factor de cobertura en cada uno de los países de la región.

La herramienta BenchSmart, es una plataforma web que permite reunir información y definir indicadores macroeconómicos, de desempeño, financieros y de costos para evaluar la eficiencia relativa de las empresas, monitorear el desempeño de las mismas y generar reportes de negocios de las distribuidoras como así también realizar análisis a nivel país o región, como es este caso.

Las ampliaciones de la red de distribución, y por ende de la cobertura, naturalmente dependen principalmente del aumento de la cantidad de clientes, que a su vez está determinado fundamentalmente por el crecimiento demográfico de la población. Utilizando información demográfica de los diferentes países y de sus propias distribuidoras, extraída de diferentes fuentes, se determinó el factor de cobertura, como el total de viviendas con gas natural sobre el total de viviendas existente en todo el territorio.

Del análisis elaborado por Quantum, se observa en el grafico que Argentina presenta la mayor tasa de cobertura de gas natural en toda la región de América Latina con el 61%, luego de Colombia que para fines del 2020 logro alcanzar el 53%. Esto se traduce que, de cada 10 viviendas existentes en Argentina, 6 de ellas son alcanzadas por redes de gasoductos de alguna distribuidora local que le suministra gas natural domiciliario. En Colombia 5 de cada 10 viviendas (una menos que argentina) logra hacer uso de este combustible para destinarlo a calefacción, cocina y agua caliente.

En este ranking, les sigue Bolivia, Chile y Perú, con apenas el 18%, 11% y 10%, respectivamente, clasificándolos como el grupo de países con un nivel intermedio de cobertura de gas natural dentro de América Latina. Luego, los países con menores niveles de cobertura, son Venezuela con el 6%, México con el 5% y Brasil y Uruguay con el 4%. Este último grupo de países no alcanzan el ratio de 1 cada 10 viviendas con suministro de gas natural.

Argentina

Tal como hemos mencionado Argentina ocupa la primera posición en cuanto al país con mayor cobertura de gas natural de América Latina. El gas natural actualmente en dicho país abastece al 61% de las viviendas del país, es decir existen 8,5 millones de usuarios frente a los 13,7 millones de viviendas existentes actualmente, según datos del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina)[iii].

Que Argentina haya logrado estos niveles de cobertura no resulta una casualidad. Argentina  cuenta  con  una extensa  capacidad  de  transporte  conformada  principalmente  por  cinco gasoductos troncales cuya longitud se encuentra cerca de los 16.000 km, logrando de esta manera abarcar territorialmente mayores puntos de suministro a lo largo del país. La antigüedad de las instalaciones varía. Más del 40% de las cañerías y más del 15% de la potencia instalada tienen una edad mayor a 40 años.

En cuanto al sistema de distribución, la longitud total de la red a fines de 2013 asciende a 138.200 km. De acuerdo a diferentes escenarios planteados por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas[iv], en la actualidad, se encuentran previstas grandes inversiones. El Instituto establece una ampliación del sistema de distribución en 86.900 km y 1.420 estaciones de regulación, destinadas a alcanzar una cobertura del 76% de los usuarios en el 2035 con una distribución más homogénea en todo el país.

Estos niveles de coberturas depende de múltiples factores. Uno de ellos, es que Argentina cuenta con una matriz energética fuertemente sostenida por los hidrocarburos (88%), y una importante dependencia del abastecimiento de gas importado proveniente de Bolivia, que se ha sostenido con una política de subsidios focalizada en el sector transporte y el sector energético. Mientras que Chile y Colombia sólo lo hacen vía GNL y por su parte Venezuela y Uruguay solo vía gasoducto.

Otro factor son los precios y subsidios otorgados a los usuarios que consumen gas natural. Tal como se menciona en el informe de “Balance de gestión ene energía 2016-2019” [v] entregado por la Secretaria de Gobierno de Energía:

“La fuerte reducción del precio de la canasta total de combustibles utilizados (de 6,0 USD/MMBTU a 4,6 USD/MMBTU, -22%) se debió fundamentalmente al reemplazo constante a partir del 2017 de combustibles más caros (líquidos y GNL importado), que representaban 24% del total en 2015, por gas doméstico a menor precio que ocupó ese espacio, pasando del 64% en 2015 al 84% en 2019.”

En cuanto a los consumos residenciales (23% del volumen total) la cobertura del servicio (incluyendo transporte y distribución) ha aumentado notablemente, pasando del 13% en 2015 al 66% en 2019, para consumos mensuales de 134m3.

Perú y Colombia

Cabe destacar que países como Colombia y Perú, han logrado implementar, a partir del 2014-2015 planes energéticos nacionales, con el fin de masificar el uso del gas natural, permitiendo la ampliación de los gasoductos dentro del país.

En un artículo publicado por Quantum, a través del BenchSmart (clic aquí [vi] para ver el artículo), sobre las tasas de crecimiento de los usuarios residenciales en la región, se describe que las distribuidoras peruanas incrementaron su cartera de cliente un promedio de 50% cada año, superando holgadamente a los otros países de la región que poseen niveles por debajo del 10%, en promedio, tal como se observa en el gráfico.

Desde el 2004, las distribuidoras peruanas han enfocado parte de su esfuerzo en la conexión de nuevos usuarios residenciales, respondiendo a los estímulos brindados por el estado para la masificación del gas natural por medio de programas como el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) y el mecanismo de promoción.

A principios de 2019, presentó un nuevo plan de expansión en la que elevaría su meta, con la masificación del gas, de 350 mil a 620 mil usuarios en Lima y Callao[vii], alcanzando niveles de cobertura, aún muy bajos por ser un sector en vía de desarrollo, del 10% con respecto a los 6,2 millones de viviendas potenciales a ser conectadas al servicio.

En Colombia, la tasa de crecimiento anual de usuarios residenciales es del 8%, sin embargo, al contar con un sector más maduro y desarrollado, han alcanzado una tasa de cobertura del 53%, es decir 5 cada 10 hogares en el país cuenta con gas natural.

México

Un dato interesante que arrojó otro artículo publicado por Quantum (“Análisis de la demanda de gas natural en América Latina y Ranking de Eficiencia de costos”) [viii], y que tiene fuerte vinculación con los resultados del presente análisis, es la participación de las distribuidoras en los distintos segmentos de mercado de gas: residencial, comercial, industrial, GNV y otros; lo que caracteriza a cada país como predominante en alguno de ellos.

En México predomina, como en la mayoría de los otros países, el consumo industrial con un 89%, a diferencia de la Argentina donde la demanda es mayormente residencial, representado el mercado industrial apenas un 22% del total del consumo en el país.

La baja incidencia del mercado residencial en el consumo de gas natural resulta justificable en países donde priman condiciones templadas que resultan en una baja necesidad de consumo de gas. México cuenta con un total de 1,7 millones de usuarios con cobertura de un total de 33 millones de viviendas existente en todo el país, considerando un índice de hacinamiento de 3,6 personas por vivienda en una población que en el 2020 registra 129 millones de habitantes.

Brasil

Brasil es el país que lidera en volumen de gas destinado a generación eléctrica, al considerar la demanda de las centrales térmicas representado por un 32% del total de volumen consumido en el mercado. También tiene un mercado muy desarrollado para los usuarios industriales, representado por 49%, dejando por debajo a la demanda residencial y comercial.

Se encuentran previstos y/o bajo análisis por la EPE (Empresa  de  Pesquisa  Energética,  dependiente  del Ministerio  de  Minas  y  Energía  del  Brasil), una serie  de  proyectos  de expansión del sistema de transporte y abastecimiento de gas natural. Y esto se debe principalmente a que el país cuenta con un muy bajo nivel de cobertura del servicio dado a que su gran extensión territorial dificulta mayores niveles de penetración. Actualmente cuenta con 3,3 millones de usuarios que consumen gas natural frente a los 77 millones de viviendas posibles de conectar el servicio que presenta el territorio brasilero.

Chile

Las cuatro distribuidoras de gas más grandes (Metrogas, Gasvalpo, Gassur y Gasco Magallanes) poseen en total 806.273 clientes residenciales. Sin embargo, en Chile existen alrededor de siete millones de hogares. Esto implica que el gas natural no es el combustible mayoritario con que los hogares cocinan, calientan agua y se calefaccionan, por lo que explica que su cobertura no supere el 11%.

De un informe publicado por la AGN de Chile (Asociación de gas natural), con título “La económica básica de la distribución de gas por red en chile[ix] se extrajeron varios párrafos interesantes sobre el análisis del nivel de cobertura en este país.

De los párrafos extraídos, se destaca el siguiente: Quizás el punto más discutido sobre el gas natural es qué tan competitivos son los precios que pagan los clientes. Algunos argumentan que los distribuidores se “cuelgan” del precio de los sustitutos. Una de las conclusiones es que las tarifas del gas natural efectivamente siguen en cada caso al precio del sustituto relevante.

Muchos consumidores potenciales han elegido no conectarse al gas por red. Eso implica que, en los hechos, la sustitución del gas por red por otro combustible es evidente (esos comercios y hogares no dejan de cocinar, calefaccionar o calentar agua). Cuando se trata de pequeños comercios y hogares el sustituto más directo es el gas licuado a granel. La sustitución física es simple y casi perfecta, porque el gas licuado sirve para cocinar, calefaccionar y calentar agua en los mismos aparatos que usan gas por red.

La publicación de la AGN concluye, con que la razón técnica de este fenómeno es simple: la igualdad del costo de conectar al grupo marginal y el ahorro de recursos por sustitución de combustible implica que inicialmente el efecto sobre la cobertura es de segundo orden, mientras que el aumento de bienestar de los consumidores ya conectados es de primer orden.

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